miércoles, 21 de mayo de 2014

Sin pena ni gloria - Juan Carlos Vecchi


A Lemania…

Rompió el espejo un viernes a la noche, medianochando el desgraciado pronóstico popular.
Otro sábado sin novedades por los cuatro cardinales de la vida; salvo ese Epifanio Poliya que aparece en la sección "Necrológicas Humanas", del diario local.
En la siesta del domingo lo velaron sin pena ni gloria; claro que estuvo Gloria Pérez, el último de sus amores, quien dejó en la sala cuatro o cinco lágrimas secas y un ramo de flores insatisfechas; también marcó tarjeta mortuoria Josecito Pena, empleado de la sala velatoria.
El lunes, durante el entierro, se arrimaron unos pocos: los cuatro o cinco que el martes lo pasaron por las catapultas del olvido.
¡A la miercoles! ¿No eran siete los desgraciados años cuando uno rompe un espejo?

Sobre el autor: Juan Carlos Vecchi

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