domingo, 20 de noviembre de 2011

Tangos entreverados - Héctor Ranea


San Juan y Boedo, santo de los cielos perdidos, vagaba al son del bandoneón que tenía en sus sandalias. Melancólico o aburrido, se lo solía ver cerca de las vías en Lanús. Casi pierde la condición angelical cuando se supo que se juntaba a comer muy a menudo con San Fainá, conocido por su glotonería.

Acerca de Héctor Ranea

2 comentarios:

El Titán dijo...

un tango surrealista, el primero de la historia, por lo menos para mí...

Ogui dijo...

¡NO! Está al menos Balada para un loco, de Ferrer. Este no sé si llega a surrealista, ¿le parece, Titán?