miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día y hora D - David Moreno


Son las doce horas, un minuto y quince segundos. Mi compañero y yo estamos preparados, escondidos en los barracones, a la espera de recibir la señal indicada.
Son las dos horas, veinte minutos y diez segundos. Nada ocurre. Quizá sean las transmisiones. O haya algún imprevisto.
Las cinco y cuarenta y cinco minutos. Mi compañero acaba de salir gateando a inspeccionar el terreno. Yo le cubro la retaguardia.
Quedan escasos segundos para que amanezca. Decido salir, con el fusil abriéndome camino. No hay nada en el frente. Ni enemigo, ni guerra. ¿Dónde estás compañero?

Tomado de"http://nocomentsno.blogspot.com/

2 comentarios:

Salemo dijo...

A mi la situación me produce escalofríos; nada más tenebroso que aquello para lo que no encontramos un significado lógico.No saber qué está pasando me produce desasosiego.

Javier López dijo...

Muy buen cuento, David, con un final abierto a interpretaciones pero, en cualquier caso, desolador. Me produjo el mismo desasosiego del que habla Miguel.