sábado, 12 de noviembre de 2011

De cómo terminaron con el delito en Hípsila – Cristian Mitelman


Abrumados por los crímenes que castigaban la ciudad, los Sabios pensaron una estrategia. Decidieron que “no cometer” acciones como saquear, destruir el patrimonio público, golpear al vecino y demás sería considerado un grave delito. Las personas se lanzaron a todos los vejámenes pensados con la mejor excusa posible: la pena por negarse era más que severa.
Tiempo después, los Sabios decidieron morigerar los castigos y los ciudadanos, viendo el abismal descenso de la sanción (apenas una pequeña multa que podía pagarse en infinitas cuotas de centavos), acabaron por dejar las viejas tropelías. Si a tales actos los jueces les daban tan poca importancia, ¿qué podían valer realmente?
Cansada del robo y la indolencia, la gente acabó por dejar los viejos hábitos y acabó sintiéndose feliz de violar levemente la ley respetando a personas y patrimonios.

No hay comentarios: