lunes, 11 de julio de 2011

En la cancha se ven los pingos - Martín Gardella


El partido definitorio se jugaría en nuestra ciudad, y especulábamos que eso nos daría una gran ventaja deportiva, ya que los rivales venían de muy lejos.
El equipo visitante salió a la cancha con Agrio de arquero; Anfión, Quirón, Dafnis y Euritión en la defensa; Folo, Homados, Juancaballo y Mimas en el medio; y la imbatible dupla Antímaco y Tautamante en la delantera.
Nos equivocamos al pensar que, por su aspecto, ellos serían unos burros para el juego. Las dos piernas extras que tenía cada jugador de la visita, con una velocidad y habilidad muy pocas veces vista, resultaron ser una ventaja excesiva, y el partido casi termina en una goleada. Sin que nuestros jugadores pudieran hacer nada para evitarlo, aquella inolvidable tarde triste, el equipo de “Centauros Football Club” nos mandó al descenso.

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