domingo, 27 de marzo de 2011

La broma - Sebastian Chilano


Como músicos eran mediocres. Como compositores, limitados. Eran, ante todo, bromistas. Por eso el bajista electrificó las teclas del órgano, el baterista le cortó las uñas al guitarrista mientras dormía y el guitarrista, en venganza, metió un gato dormido en uno de los tambores de la batería. El recital fue un éxito. El tecladista nunca puso tanta energía en la interpretación como esa noche, el guitarrista, por primera vez en la historia, tocó la guitarra con los dientes durante dos horas y media, y durante todo ese tiempo, el baterista no perdió ni una sola vez el compás.

Sebastian Chilano

1 comentario:

El Titán dijo...

Es que murieron de risa y siguieron tocando en el más allá...

Muy bueno Sebastiano...