martes, 31 de agosto de 2010

La otra cara del Prêt-à-porter - Claudia Sánchez


Las persianas bajaban a las nueve de la noche, ocultando el interior de las curiosas miradas callejeras. Entonces, cuando se quedaba sola en la tienda tras una interminable jornada laboral, se desvestía -falda, blusa, zapatos y bolso prestados- y se enfundaba en el uniforme de supervisora, paseándose por los vestidores, revisando planillas, controlando escaparates aquí y allá, soñando con una vida real, en libertad. Al amanecer, radiante de alegría, volvía a vestirse con la ropa que se había sacado y se ubicaba en la vidriera, adoptando la rígida postura forzada de cada día, esperando que las persianas volvieran a subir.

Un método diferente - Óscar Román Alconada


Nuestros clientes no desembolsan grandes cantidades de dinero. No pasan horas y horas en el gimnasio, ni les recomendamos asistir a clases de aeróbic. No recetamos fármacos para perder peso, ni creemos en remedios caseros, ni en infusiones o batidos aguados. Prescindimos de las dietas, y no sabemos lo que es la acupuntura para adelgazar. Nuestros clientes viajan sin dinero a Etiopía y conviven con sus habitantes durante unas semanas. Este método no falla.Nuestros clientes no desembolsan grandes cantidades de dinero. No pasan horas y horas en el gimnasio, ni les recomendamos asistir a clases de aeróbic. No recetamos fármacos para perder peso, ni creemos en remedios caseros, ni en infusiones o batidos aguados. Prescindimos de las dietas, y no sabemos lo que es la acupuntura para adelgazar. Nuestros clientes viajan sin dinero a Etiopía y conviven con sus habitantes durante unas semanas. Este método no falla.

La tozudez y la muerte - Serafín Gimeno


Descubrí a Manuel calle abajo. Iba como es él, cabizbajo, huraño, torpón en el andar. Le comenté mi visión a un amigo en común.
—Ayer vi a Manuel en la calle Tucumán, camino de la plaza del Generalato.
—Imposible —me respondió—. Hace dos semanas que murió de un tiesto desprendido de una azotea.
Así era Manuel, le costaba “Dios y su madre” reconocer las cosas.

domingo, 29 de agosto de 2010

La paradoja - Nicolás Ferraiolo


Lo obsesionaban tanto las paradojas que un día comenzó a atormentarse por componer una. Recordaba la del Quijote, la del barbero de Russell. Buscaba estructuras comunes en fórmulas de una lógica poco entendida. Sufría tanto que pensó en cortarse las venas, hasta que una desvelada noche escribió: “y el genio dijo que para colocarte esas manos de oro primero deberás cortarte las que llevas”.
¿Cómo ponerse las manos sin manos?, pensaba, orgulloso de su mero acertijo. Cuando se dio cuenta, perdido en la frustración, confirmó el suicidio.
Debatiéndose entre la melancólica necesidad de una carta y el odio a su familia por haberlo parido idiota, escribió rabioso, alienado, sin pensarlo, solamente: “esto no es una nota de despedida
Lo descubrió segundos antes del impacto con el suelo.

Nicolás Ferraiolo

El efecto Chuang Tzu - Daniel Frini


Chuang Tzu, en Pekin, soñó que estaba enamorado de Li Pei y que en su estómago una mariposa agitaba sus alas, provocando un huracán al otro lado del mundo, tan enorme que llegó hasta la China entreverándolo todo, de manera que Tzu se mezcló con su sueño; y ahora el pobre no sabe si es él, la mariposa, si está enamorado de Pei o de su hermana, o las odia a las dos; si está en Pekin, en Nueva York o es, quizá, el que está leyendo esto y espera, desesperadamente, que alguna mariposa lo despierte.

Sobre el autor: Daniel Frini

Falsa Alarma - Julio César Pérez Méndez


Caminó hacia el estudio y sacó del cajón principal del escritorio el diario de su marido, que yacía recién muerto en la cama de ambos.
Fue lo primero que se le vino a la cabeza apenas tuvo certeza de su deceso. Así que extrajo la llave de la cartera del hombre y se dirigió al estudio, donde todas las noches él permanecía encerrado escribiendo hasta tarde, después que regresaba de la calle.
La mujer, sin rituales ni reflexiones,  abrió el diario y leyó detenidamente las últimas treinta páginas, con la voluntad de un volcán acezante.
Cuando terminó, dejó abierta durante varios minutos la página final; luego cerró por completo el diario y dio un suspiro profundo. 
Sólo entonces pudo respirar tranquila.

Sin descanso - Alejandro Ramírez Giraldo


No he vuelto a tener sosiego después de ese sueño tormentoso en que una mujer me perseguía y me obligaba a correr y a refugiarme en cualquier rincón absurdo mientras intentaba despertar a toda prisa pensando que quizá un moderado golpe me haría despertar pero para qué si a mi lado estaría aquella mujer que ya no quería besar y que me obligaría a bañarme temprano y salir para el trabajo donde el administrador me esperaría con un reproche por el descenso de las ventas mientras yo me abstraía de todo y le miraba las piernas a Lucía ante la cual no estaba dispuesto a correr por nada del mundo...


Tomado del blog: http://minificciones.ning.com/


Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo

Cuestión de excesos - Serafín Gimeno


Los humanos son criaturas de excesos, de aspavientos que nos impiden tomar el rumbo de nuestras vidas. Tomen ejemplo sino: ¿A dónde nos conduce el exceso de Dios?, a la Edad Media. ¿Dónde el exceso de leyes?, a su incumplimiento. ¿Y el de amor?, al olvido. Con esta idea en la cabeza decidí ser parco en todos mis afectos y delirios. Pero, como me quedaba a medias en todo, decidí volver al exceso.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Dia 23 - Daniel Quintero


Ocurre que la Luna, como cualquier otro cuerpo, también es hueca y por sus cavidades circula la historia llena de recuerdos que refieren a grandes ciudades sumergidas en extensiones de polvo que propician el olvido y constantemente se están tragando todo y los meteoritos no son más que movimientos de la memoria que desde la lejanía golpean la superficie con intención de perforarla y hacer que todo surja y se restablezca.

Del libro "Crónicas fatales escritas desde la luna", Colección El Rey Tuerto, Parque Chas Ediciones, con autorización del autor.
Mural: "Origen", de Sonia Pezzano y Paula Echarren, Carmen de Patagones.

Sin título - Sergio Fombona


Envuelto por una placentera sensación de saciedad el niño relame sus labios, ese gusto dulce del chocolate lo mantiene como extasiado, mete un dedo para retirar hasta lo último del fondo de aquel envase plástico, apartado con ojo clínico pese a su corta edad de entre la basura apilada en una negra bolsa de consorcio.

Mural: "Origen", de Sonia Pezzano y Paula Echarren, Carmen de Patagones.

Qué rico pomelo - Ana María Grandoso


Hace mucho que pienso: hay personas que eligen el lugar equivocado o la vocación errónea.
Que pudiendo ser un buen pomelo buscan seducir como un perfume importado. Ponen toda su voluntad en lograr la alquimia para derrochar fragancia y así, ser amados, desde lejos, bueno, aunque más no fuera en el lugar en que viven.
Puede que sus vidas transcurran creyendo que van por el mundo regalando un perfume exquisito. En realidad huelen a pomelo. Lo justo sería ponerlo en un plato, partirlo al medio y espolvorearlo con azúcar.
Tal vez nadie, en este mundo fatuo, se atreva a decírselos en al cara: ¡Qué rico pomelo!
No quisiera despertar un día y escucharlo. Salvo que ya haya aceptado que soy un pomelo.

Mural: "Origen", de Sonia Pezzano y Paula Echarren, Carmen de Patagones.

La subasta - Óscar Román Alconada


—¡Me ofrezco por mil euros!
—¡Yo lo hago por novecientos cincuenta!
—¡Yo por menos de novecientos no me muevo!
—¡Yo iría por seiscientos!
—Seiscientos a la una…
—¡Yo voy por quinientos cincuenta!
—Necesito el dinero, ¡cuatrocientos euros!
—¿Nadie va por menos? Cuatrocientos euros a la una, a las dos…
—¡Trescientos euros! Mi mujer me mata.
—¡Doscientos, señor! Duermo en la calle.
—Doscientos a la una, doscientos a las dos, doscientos a las tres.
—El trabajo es para el andrajoso de la primera fila, contratado por doscientos euros al mes. Se cierra la subasta.

Tomado de http://oscarroman.com
Mural: "Origen", de Sonia Pezzano y Paula Echarren, Carmen de Patagones.

Siete vidas – Pablo Moreiras


—Apuesto una de mis siete vidas a que esta partida te la gano.
El tiempo parecía pasar con una indolencia de limbo vacío.
Se escuchó un estruendo seco y repentino y el sordo golpe como de algo cuando se quiebra.
Así fueron cayendo todos los rehenes.
No eran gatos sino hombres. No era un cuento sino una guerra.

Tomado de: http://sevendepoesia.blogspot.com/
Mural: "Origen", de Sonia Pezzano y Paula Echarren, Carmen de Patagones.


Acerca del autor:

lunes, 23 de agosto de 2010

El llamado del instinto - Sergio Gaut vel Hartman


Gregor entró al burdel.
—Sáquese el sombrero, no sea grosero —dijo la madama.
—¿Habrá una chica que quiera hacer el amor conmigo? —dijo el monstruoso insecto.
—Son tres mil coronas —dijo la madama tendiendo la mano.
Gregor pagó sin chistar, pero cuando vio que le había tocado una mantís religiosa puso el grito en el cielo.
—¿Se está burlando de mí?
—Señor —dijo la madama—: esto es un burdel respetable, no la facultad de entomología de la Universidad de Praga. Si usted va a ser tan riguroso con las chicas…


Imagen: Girls de Anna-Maija

Cinturón de castidad - Antonio Cruz


Cuando partió a las cruzadas, Sir Arthur entregó al abad la llave del cinturón de castidad de Lady Laura.
Su sorpresa fue mayúscula cuando, a pocas horas de dejar atrás su castillo, el abad, a galope furioso, alcanzó la columna de Sir Arthur para reclamarle que había dejado la llave equivocada.


Imagen: From presqu'ile de Camaret de Anna-Maija

Monstruópolis - Javier López


Durante varias semanas se sucedieron los fenómenos que desencadenaron el caos.
Pequeños pero continuos temblores hicieron aparecer grandes grietas en las carreteras de acceso y de salida, que impedían su uso. Algunos ríos crecieron por las incesantes lluvias, inundando extensas zonas, incluyendo varios kilómetros de vías férreas, aeropuertos y nudos de comunicaciones. Esas mismas lluvias que hicieron crecer espontáneamente masas vegetales que formaron un escudo impenetrable alrededor de la ciudad.
Sin que las autoridades pudieran reaccionar, en poco tiempo estábamos completamente aislados, encerrados en su interior y sin escapatoria. En las semanas siguientes la ciudad comenzó a devorarnos como un monstruo gigantesco, hambriento y vengativo.


Imagen: a tube3 de Anna-Maija

Sesión doble - Víctor Lorenzo Cinca


Señoras y señores, damas y caballeros, niños y niñas, no se pierdan el magnífico e irrepetible espectáculo que tendrá lugar en este teatro esta misma noche, en el que, ante todos ustedes, afortunados que podrán disfrutar de esta prodigiosa actuación por unas pocas monedas, el grandioso Carlo Broccini realizará un número sin precedentes, nunca visto anteriormente sobre un escenario: un suicidio real, sin trampa ni cartón, con médicos forenses que certificarán, bajo la mirada atenta de un notario, su muerte. Funciones a las nueve en punto y a las diez y media. No se lo pierdan. Muchas gracias.


Tomado de Realidades para Lelos

Imagen: A church's path de Anna-Maija

sábado, 21 de agosto de 2010

Fuga - Carlos Feinstein


Raneval escapó ¿Cómo fue posible? Nadie nunca lo había logrado, las puntiagudas inlikas gramericas son imbatibles ¿Contra que tecnología nos enfrentamos? ¿Quién es este Gautman que imporró una espúklica para rescatar a su socio? Y encima todavía no sabemos como esputan esas bocas únicas el habla de la Excicra. Nunca había visto una pieza de megatitanio taladrada. Si no los atrapamos nuestros espericlos están contados.
Seremos comidikica para una mañana de festejos del Oklapast.

Sobre el autor: Carlos Feinstein

Transformaciones morfológicas - Sergio Gaut vel Hartman


Desde que los glohjis se convieron en quemagas y se empezaron a cortar las desivas, los clakis adoptaron el hábito inverso, es decir, no sé como quieren llamar al esfinio de quesec, pero si un claki se encaja en la base de lanzamiento del ivanaa y se da con pasta de dhorrea, tengan la seguridad de que todo Marte quedará sumido en el niope que este fenomeno provoca. Sé positivamente que no nos quieren, pero antes de que la idabam circule desnuda por Sirte, prefiero fumarme un pucho y flotar en la arena del canal, encendiendo las luces rojas de proyección y pensando que es muy difícil que los maseras que miran hacia la propa de nisida bailen electro sin refrenarse. También sé que nunca vamos a comprender a estos marcianos de mierda y que me parta un rayo si vuelvo a viajar a esta roca.

Denuncia - Héctor Ranea


Mxistivlazvso, el aeda de los anillos, denunció a la Editorial Uhujadel ante la Corte Suprema de La Guaira pues fue eliminado de la competencia por haber escrito en dialecto gargacanés, que no estaba explícitamente prohibido. Cierto que la wikitrad gargacanés - uhupartiano no lo tiene registrado pero, alega el prestigioso bardo, en su comarca se habla sin solución de continuidad por al menos cuatrocientos (ngyjsistan) milenios. Las prensas de todo el mundo están alerta porque la suma que solicita el poeta, apoyado por su gobierno es de fontés megyegyszién fee uhuvales, cifra nunca vista en el planeta del de los anillos.

jueves, 19 de agosto de 2010

Duende efímero – Sergio Gaut vel Hartman


—¿No se cansa de escribir microficciones?
El escritor levantó la vista. Había un duende de veinte centímetros sentado sobre la cabeza del Buda de jade.
—No —respondió—. Me brotan con naturalidad, como agua de manantial. ¿Por?
—¿Y cómo sabe cuándo tiene que terminarlos? —El duende se estaba burlando, pero al escritor eso no le importó.
—Es sencillo —dijo—. Se toma del cogote al duende creado en el segundo párrafo, así, ¿ve? Y se aprieta hasta desnucarlo. El microcuento queda terminado y sólo falta ponerle el título. ¿Alguna sugerencia? ¿No se le ocurre nada? —Bufó—. Son todos iguales. Molestan. Se burlan. Pero cuando uno les pide que colaboren se hacen los muertitos.

Imagen de lunha

Batalla - Claudia Sánchez


—Las bombas de protones tienden a permanecer activas. Por eso debemos desactivarlas cada veinticuatro horas. Y así logramos que el ácido clorhídrico no salga de su cápsula y haga estragos en las paredes nuevamente. De hecho, la grieta más importante, ya está prácticamente cerrada. En catorce días volveremos a hacer una inspección y si confirmamos que el campo de trabajo se ha neutralizado, entonces atacaremos al enemigo con la artillería pesada. Aunque haya que tomar decisiones drásticas, tenemos que asegurarnos la muerte del Helycobacter pílori, ¿me comprende?
—Comprendo. Haré lo que tenga que hacer, con tal de evitar el quirófano doctor. Le tengo fobia a las agujas.

Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/

En la consulta - Oriana Pickmann


Luego de varios meses de exhaustivas pruebas y de haber pasado muchas horas echado en el diván, el diagnóstico le fue dado claramente.
―Es usted esquizofrénico ―dijo el galeno.
―Desearía una segunda opinión ―reprobó el paciente.
―Ciertamente. También es paranoico —replicó el psiquiatra.

Imagen de ~key-0

Condena - Antonio Cruz


Mientras baja las escaleras de tribunales piensa con amargura en su futuro. No siente culpa porque está seguro que ha hecho lo correcto. Tampoco habrá castigo porque lo han absuelto, pero él sabe que nunca podrá eludir la injusta censura de la sociedad lugareña. Un juicio de mala praxis siempre deja huellas.

(Citado por médicos en la mesa de café del Bar del Gordo Chicho, Santiago del Estero, 2008) 

Imagen de Misfitmind

Amaneciendo en el cañón - Héctor Ranea


Sosteníamos yo tu cabeza con mi jalte y vos mi cabeza en tu ñalka y bajo la sombra de una riskola teníamos nuestras secciones bien lubricadas para emprender el bolojela. Tiempos de acercamiento al antiguo planeta vacío. Tiempo de acercamientos, vos y yo para estar solos, leer, escribir y pasear a la sombra del cañon.

Metamorfosis - Pablo Moreiras


Saliste a la luz cuando la noche entró en su curva más oscura, llevabas el pelo revuelto y el aroma de quién regresa de un sueño o de otra vida. El aire frío alborotaba tu piel amada, y tus labios tiritaban el rojo rastro del amor.
La luna nueva era la ausencia de otra luna más lejana, olvidada en algún rincón de la memoria o el cuerpo alucinado. Eras tú o no eras tú, en un paisaje extrañamente conocido.
Qué hubo de quedar en el lecho más profundo de la noche, crisálida muerta una vez rota tu membrana.
A base de espasmos y gemidos, por primera vez saliste a la luz de la noche oscura, y echaste a volar, y con tu luz fuiste incendiando el mundo.

Tomado de: http://sevendepoesia.blogspot.com/


Acerca del autor:



Imagen de ~zilia-k

martes, 17 de agosto de 2010

Uno de superhéroes – Sergio Gaut vel Hartman


El rabino Löw envió a uno de sus gólems a rescatar a Gregor Samsa, pero Greta no le permitió el paso.
—Esta es una casa decente —arguyó—. No nos gustan los muñecos de arcilla.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó el gólem.
—Treinta y nueve —dijo la muchacha.
—Te convertirás en una escarabaja dentro de dos semanas. Entonces te vendré a rescatar.
—¡Ay, mi príncipe! —exclamó la mujer.
—Nada de príncipe —dijo el gólem—. Los servicios se pagan por adelantado.

Edson - Héctor Ranea


Edson, niño gorrión de Bahía, espera que un turista quiera tomar un taxi para venderle (así le llama él a la transacción) cintas de Jemanjá o mapas de Pelourinho. De día, de noche, Edson de Bahía está caminando sus calles. Quiero creer que todavía vive.

Un sueño - Margarita Saona

En el sueño abro el periódico y en el periódico hay un juego o un mapa o un juego con un mapa. En el mapa, entre muchos nombres, está su nombre que se repite cruzando otros nombres en múltiples caminos. Pero no conozco las reglas del juego y la leyenda del mapa me resulta ilegible. Despierto sin saber si su nombre es la vía o el destino o si es simplemente un obstáculo en el camino hacia la meta. Tampoco sé cuál es la meta. O si hay una meta. Y el sueño me parece transparente en su propia opacidad.

Ilutración: pintura de José Iraola.

Historia profunda - Antonio Mora Vélez

Jesús no entendió el guiño de ojo que le hizo el centurión al ponerle el hisopo con agua en los labios, sino horas después cuando, ya resucitado por José de Arimatea, viajaba en un bajel por el mar Muerto con rumbo a la fortaleza de Masada, refugio de sus amigos guerrilleros, los zelotes.

Eva y la muerte – Fernando Puga


Eva se agrió. Era el mejor ejemplar de la cosecha 1935 y esperaba al caballero atildado, de paladar exquisito, digno de saborear su raro bouquet. Esperó demasiado. Lo sé porque toqué su boca. Envolví su verde piel con mis brazos y la bebí. Hasta la última gota. Hasta el rancio sedimento del fondo. Al eructar sentí que Eva sonreía.

domingo, 15 de agosto de 2010

El encuestador - Javier López


—Buenos días. Sí, sí, señor, usted. Estoy realizando una encuesta sobre cómo afecta en nuestra sociedad la cada vez más apremiante falta de tiempo, que, según algunos estudios, está provocando en los ciudadanos reacciones como el estrés, la ansiedad, y desviaciones en el comportamiento que hacen que algunas personas muestren actitudes agresivas, violentas, e incluso homicidas. ¿Podría concederme unos minutos?

Soledades - Daniel Frini


Cerró los ojos y trató de pensar en algo hermoso por sobre el ruido atronador que se acercaba a pasos agigantados. En su mente se comenzó a formar una imagen borrosa, oscura, pero que se auguraba bella. Adivinó una flor a orillas de un arroyo, una nube, un pájaro. No tuvo tiempo para nada más. El tren le pasó por encima.

Sobre el autor: Daniel Frini

Q.E.P.D. - Claudia Sánchez


Revivió todo en el mismo instante. Pude verlo en su mirada.
Volvió a ser aquel niño lejano que las monjas castigaban por sus inocentes pecados.
Fue el soldado que lamentó sobrevivir en el frente, bañado por la sangre de sus amigos.
Fue el hijo que enterró pronto a su padre y el padre que engendró tarde a su hijo.
Fue la vida y la muerte, en el cálculo preciso del minuto fatal en que tuvo su último orgasmo.

Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/

En el zoológico – Héctor Ranea


–Y ésta es un ave del Paraíso –dijo la guía del zoológico señalándola. –Es un ejemplar clonado, ya que no hay ninguna viva.
– ¿Son idénticas a las originales? –preguntó un mozalbete, seguido por risas de condescendencia.
La guía miró con todos sus ojos con irritación al grupo de turistas, sonrió al joven, diciéndole:
–Claro. Son idénticos pero sin memoria, así que deben ser educados.
– ¡Calumnias! ¡Mentiras! ¡Ridiculeces! –se oyó desde dentro de la jaula. Todos se giraron hacia quién contradecía a la hermosa guía de cien ojos.
–Yo estuve ahí, os aseguro. ¡Esa mocosa no entiende nada! Seré un clon, pero memorioso.
Con la atención de todos y la furia de la guía, el pájaro se acodó en una rama que le servía de apoyo a su vaso de whisky y continuó
–Si quieren les cuento una fábula picante sobre Adán y Eva.
Se escucharon aplausos entre el público.

viernes, 13 de agosto de 2010

El fin del idilio - Daniel Frini


Yo estaba fervientemente enamorado de ella. Era tan perfecta, que hasta tenía defectos —los mínimos, justos y necesarios—. Pero al fin y al cabo, lo nuestro no pudo ser. ¿Porqué, me pregunto, mi amor por ella tenía que ser correspondido?

Sobre el autor: Daniel Frini

Máxima expectación - David Moreno


La multitud murmuraba, atenazada por el miedo a lo desconocido. La hora del día señalado, por fin había llegado. Cuando la puerta de entrada a la biblioteca se abrió, se inició una incontrolada cadena de reacciones. Desde las estanterías, se vieron a las novelas más antiguas y experimentadas, tapar los ojos a sus fascículos y a las más jóvenes, ponerse nerviosas ante la elegancia y belleza del ejemplar que brillaba en el hall. Los ensayos más chulitos y orgullosos tuvieron que dar un paso atrás al sentir la batalla perdida. Y los tomos de las enciclopedias, sorprendidos, nunca habían visto nada igual. La presentación del libro electrónico dejó a todos con las tapas bien abiertas.

Tomado de: http://nocomentsno.blogspot.com

Caso Matilde - Samanta Ortega


Matilde. 59 años. Soltera. Editora de una revista femenina. La encontraron muerta en el baño de su casa.
Caso típico de sobredosis, le dijo el policía al familiar de la víctima mientras guardaba en una bolsa de plástico transparente las pruebas con las que se cerraría el caso: mezcla de cremas anti-age con distinto contenido químico y de distintas marcas competidoras.

Contradicciones - Saturnino Rodríguez Riverón


En ese entonces había mujeres mucho más hermosas que tú, pero tú eras la mujer más hermosa para mí. Había hombres más atléticos y apuestos que yo y, efectivamente, yo no era para ti el más apuesto y atlético de los hombres. Pasado el tiempo, te parezco el más atlético y apuesto de los hombres, pero tú ya no eres la mujer más hermosa para mí

miércoles, 11 de agosto de 2010

Chasco - Sergio Gaut vel Hartman



Adolf Hitler quiso conocer a Gregor Samsa personalmente. Intuía que si lograba convertir a los SS en escarabajos ganaría la guerra, sus ejércitos serían invencibles. Samsa le contó el secreto de su transformación y el Führer se frotó las manos, exultante; luego sin pensarlo dos veces, lanzó a sus huestes al cruce del Oder. Pero no sabía que Kafka había escrito un cuento en el que la caballería polaca también había experimentado una metamorfosis. Los elefantes de acero y sus patas de dos metros de diámetro reventaron a los Panzerkäfer a pisotones.

Universos paralelos - Serafín Gimeno



Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas. Toda vez que encendía un fósforo, vislumbraba a través de su llama espuria, débil y breve, un tipo distinto de realidad alternativa. Me vi junto a un yate, junto a un carrito de supermercado, con todas mis pertenencias a cuestas, junto a un obús, ocupado en verificar la espoleta, junto a una pancarta por la paz. Me vi mujer, jardinero en Roma, penitente en Santiago, loco en Estambul. Me vi a mi mismo encendiendo un fósforo. Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas…

Rompecabezas - David Moreno



De Sara, me he quedado sus ojos verdes, de Noelia sus labios carnosos, de Alicia su cabello negro azabache, de Cristina sus largas piernas, de Patricia su generoso corazón y así he ido recomponiendo a la mujer de mis sueños. Ahora, con las manos manchadas de sangre, me pregunto qué hacer con todas las piezas que sobran.

Tomado de http://nocomentsno.blogspot.com/

sábado, 7 de agosto de 2010

Vidas cruzadas - David Moreno



Dejé el personaje de mi último cuento a punto de salir de casa. No fue fácil enseñarle mi rutina y mucho menos mis manías. Proceso arduo y complicado pero ya está listo para dar el paso. Ahí fuera le espera un trabajo de más de diez horas en una oficina y de regreso, una mujer y dos hijas de cuatro y seis años, rebosantes de energía y ganas de jugar sin tregua alguna. Y lo peor ahora es que a mí me toca pelear con monstruos y villanos carentes de piedad. A mí que lo único que sé manejar es el teclado de mi ordenador.

Doble o nada - Paloma Zubieta López


—¿Doble o nada? —pregunta la chica sonriente.
Un escalofrío recorre su espalda. Los músculos se tensan. Una gota de sudor baja por la patilla y alcanza el cuello, mojando la camisa. Siente el latido del corazón golpeándole las sienes, mientras su pie izquierdo se mueve al ritmo de un tambor de batalla. Está quieto pero expectante, como un cazador agazapado. Es ahora o nunca.
—Doble —se escucha decir con lo que le resta de voz.
Fracciones de segundo que parecen años, la mirada sigue la ruleta, la mano aprieta el canto de la mesa, la respiración se detiene. Cuando la bola blanca cae en las negras, sabe que lo ha perdido todo y se desploma, víctima de su propia avaricia.

Tomado de: http://deesquinasyrincones.blogspot.com/

Visión - José Rasero


Un señor estaba en la esquina de la barra de un bar. Solo y tomando. Llevaba así un buen tiempo. La gente entraba, se reunía en grupos, charlaba, discutía, vociferaba, salía, mientras él permanecía allí, en su esquina. Otra copa, señorita. En cierto momento, el señor abandonó su esquina, se dirigió en zigzag a una de las mesas del local, y consiguió hablar así:
—Oiga, vengo observándole hace rato, ¿cómo es que usted no bebe?
—Amigo, solo estoy en su mente. Comenzó a verme en el segundo trago de la tercera copa. Así que, ya que me imaginó, no venga a darme la lata y déjeme con el partido en paz.

jueves, 5 de agosto de 2010

Geogenia - Claudia Sánchez



Las almas de los que no habían sido enterrados vagaban por laberínticos túneles buscando la salida. No sabían que estaban muertos ni que la guerra había terminado. No sabían que pasaron milenios desde que los abandonaron allí. Un día, vieron una gruesa raíz brotando del techo. Esperanzados, tiraron fuerte de ella hasta que el árbol cedió y abrió un hueco mostrándoles la salida. Una a una emergieron las almas confinadas, pero tan desconcertadas quedaron en medio de esa ciudad desconocida y caótica, que creyeron estar soñando. Entonces, volvieron al túnel y taparon aquel hueco.
Hoy continúan con su búsqueda, pero nunca dejan de cortar la mínima raíz que brote en aquel lugar, debajo del famoso Desierto de Atacama.

Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/

Proceso - Javier Arnau



Bellas imágenes desfilan ante mis ojos, pero soy incapaz de aprehenderlas. Mi mente no está, en absoluto, preparada para asimilar su magnitud. Majestuosas figuras que representan idealizadas realidades esperan ante mí que las tome y las utilice, pero mis recursos son insuficientes para tal desempeño.
Abatido, intento crear desde mi propia sustantividad mi propia escala de valores en un mundo donde la creatividad parece estar penada por consenso; pero incluso abocado a un real castigo, intento dar forma a mi sucinto ideario, dejar que salga lo escaso que de original habite en mi cabeza.
Poco a poco, la realidad que me rodea cambia, he sido capaz de conformar un nuevo patrón de sucesos.
Ahora mi atribulada mente ya puede descansar; ha sido un duro proceso para un intelecto no preparado para ello.

Monterroseana- Lilian Elphick



Eres la hembra de mis sueños -le dijo con voz trémula. A ella le saltó el corazón, pero siguió comiendo. Cuando despertó, el dinosaurio estaba allí, solo, cegado por la gran bola de fuego. Era el fin de un período y el comienzo del fútbol.

Génesis – Ruy Feben



Y la luz se fue.
Epifanio había escrito como nunca: como iluminado. Pero el apagón cayó también sobre su novela, que quedó irrecuperable dentro de la lap-top, como la nada.
Resignado, en fondo negro, imaginó otra historia: mientras el mundo volvía a sus ojos desde la oscuridad, pensó un planeta nuevo, “creándolo de la nada”, se dijo, “como un dios”. Urdió sus ciudades y armas y cielos y tierras y aguas. Al final, con euforia literaria, creó una humanidad que (“¡será sci-fi!”) se volvía jauría al tocar la luz.
El furor no lo dejó oír el ruido reptando al otro lado del cuarto.
Entonces, por capricho de algún fusible, una garra saltó sobre Epifanio: la luz se hizo.

Tomado de: http://elclaxon.arts-history.mx/

Fragmento del desencanto - Saturnino Rodríguez Riverón



¡Ah, Dios, Dios! ¿Qué hiciste? Tomar un poco de tierra y agua y amasar con esa pasta el pasado de la raza humana. Y después, lo imperdonable, soplarle la vida para castigo de la amalgama alfarera que salió de entre tus dedos. Pero ahora comienzo a dudar de la calidad del material seleccionado. ¿Barro? ¿No sería más bien alguna boñiga abandonada en el campo? ¿O en la ceguera optimista de la creación, echaste mano a tus propios excrementos para terminar la obra en seis días como lo habías previsto? ¿Seremos polvo y a él retornaremos, o un simple amasijo de heces de incalificable fetidez que contamina al universo sin apenas darse cuenta?