domingo, 21 de febrero de 2010

La otra vida del árbol - Víctor Lorenzo Cinca


Durante años, el árbol soñó con terminar sus días convertido en un libro. Creía que de ese modo ayudaría a sus congéneres, porque había observado que los hombres, entre otras cosas, no cortan árboles mientras leen. Por eso no se quejó cuando lo talaron, ni cuando lo trituraron para convertirlo en pasta, ni cuando, ya transformado en un montón de hojas de papel, lo introdujeron para su impresión entre los rodillos metálicos de la rotativa. El fin justificaba los medios. Ahora, tras alcanzar un inesperado éxito de ventas, reposa en los estantes de las librerías con el orgullo fingido de ser el mejor manual de tala de árboles que existe en el mercado.

1 comentario:

Eleanor Rigby dijo...

Que cosas irónicas tan realistas! Creo que a veces nos identificamos tanto con las palabras que pueden hacernos carcajear o llorar, es inexplicable como pueden doler las palabras de un extraño, el final es lo mejor, pero obvio que dolió.