martes, 26 de enero de 2010

Con mis propios ojos - Juan Armando Epple


Cuando el barman supo que ese hombre que pedía una copa era de Chile, pero llevaba largo tiempo en Madrid, le confidenció que el había vivido muchos año en Valparaíso, señalándole orgulloso un afiche clavado en la pared.. Luego agregó nostálgico:
—Lástima que el tiempo termina borrando los recuerdos.
—No siempre, amigo. Podemos ver el país más cerca cuando estamos lejos. Reconozco el sabor de este vino a ojos cerrados. Cuando llueve como hoy vuelvo a oler los grandes aguaceros del sur. En una escarcha matinal puedo palpar las nieves de nuestra Cordillera. Una vez pude escuchar en una playa de Galicia el oleaje salobre de Chiloé.
Ya ve, amigo. Se puede inventar un país con la memoria.
Luego tomó su bastón blanco y salió a la calle.

Tomado de http://www.letrasdechile.cl/

Foto: Puerto Montt, por Nanim Rekacz

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