martes, 21 de octubre de 2008

La comida del distraído - René Avilés Fabila


LA COMIDA DEL DISTRAÍDO
René Avilés Fabila

Llegó al lujoso restaurante y el mesero, por descuido, en lugar de ofrecerle la carta, le entregó la cuenta. El cliente vio la abultada suma y, sin más, pagó añadiendo una generosa propina.
Salió a la calle sintiéndose terriblemente satisfecho: la comida había sido magnífica, los vinos también y el postre insuperable; caminaría un poco para ayudar a la digestión.

Ilustración: Salvador Dalí

1 comentario:

Angela dijo...

Magnífico! Não sei se tão distraído mas, como existem os que ficam satisfeitos pelo valor que lhes é cobrado!