miércoles, 29 de octubre de 2008

El cobarde - Alejandro Bentivoglio


EL COBARDE
Alejandro Bentivoglio

El agua de la pileta era muy azul. Unas nenas jugaban con unas muñecas al costado. Bruno se quitó la remera y se acercó hasta el borde. Ahora me tiro, se dijo. Pero no lo hizo. El asado ya estaba listo y algunos se sentaron a comer. Después llegó la tarde y la noche y las nenas se metieron en la casa.
Ahora me tiro, se dijo Bruno, en el borde de la pileta, sin remera, temblando de frío.

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